lunes, 1 de junio de 2015

Intocable, tiempo tú que vuelas.

Intocable, tiempo tú que vuelas.
Vacío, insustancial, impreso e impactante,
enumeración de conceptos desdeñables,
que escapan de toda comprensión,
atroz y partidaria de un despliegue de sentimientos,
fácilmente quebrantables,
ante tu apuesta presencia
y tu fragancia magnánima

Complejidad en la creación, (de estados de ensoñación)
sonoridad parcialmente desterrada
del sueño de tu vida,
ya marchito de estas tierras,
puesto que aquello que parece imposible (inalcanzable)
se torna en una constante rotación,
de disección humana.

¿Disección? Como si no fuera totalmente necesario,
como sinónimo de comienzo,
de empezar desde cero,
de crecer como persona
y florecer del apagado tiesto,
de unos pies atados,
en una sociedad asfixiante
que rima por rimar
y nunca mira hacia atrás.

Intocable, tiempo tú que vuelas,
cuantas envidias despiertas a tu paso,
cuanto daño haces a los inocentes,
aquellos creyentes indolentes,
que creen en la salvación,
y en la pérdida del dolor
al rozar sus manos en tu concepto infinito.



Att: EL pasado.